Ahora, Córdoba, ahora

Éste era el partido. El partido para poner tierra de por medio con el oscuro pozo que supone la categoría de bronce. Lo sabía el técnico, lo sabían los jugadores, pero, sobre todo, lo sabía la sufrida afición cordobesista, que había que darlo todo para no sufrir hasta el final de la temporada, como siempre.
Y así lo demostraron sus hinchas más incondicionales de la Grada Blanquiverde, desde la previa del partido hasta bien acabado el encuentro. La curva del novísimo fondo norte de El Arcángel recibió a su equipo engalanada con banderas, bufandas, tiras y dos grandes estandartes que mostraban un inmenso número 12, que hacía notar que en este partido la Número 12 iba a ser un jugador más en el campo, iba a ser la estrella del partido. Que los tres puntos no se iban a escapar del Coliseo ribereño, que la Grada no los iba a dejar escapar.
Con el gol del Capi-Tano Pierini la euforia se desató. Al final de la primera parte, con el error del colegiado al tragarse un clamoroso penalti y expulsión (con una posible sentencia del partido) del guardameta alicantino sobre Natalio, la ira del respetable se hizo notar. El segundo gol del Córdoba parecía llevar la tranquilidad a las gradas de El Arcángel, pero la rápida reacción del Alicante que llevó el 2-1 al marcador (a la postre definitivo) no dejó respirar tranquila a la sufrida afición Blanquiverde.
Pero desde aquí hasta el final del encuentro, la Grada no paró de animar porque sabía que la historia no se iba a repetir, que el triunfo no se iba a escapar. Que, como rezaba el nuevo cántico, aquí estaba su Hinchada Blanquiverde, la que lo sigue a todas partes, la que no para de animar…
Ya son 7 puntos, y goalaverage ganado, los que separan al Córdoba del descenso. No podemos bajar. No podemos porque, como dijo en la sala de prensa el técnico alicantinista Granero, sería malo para el fútbol que el Córdoba bajara con esta afición.

J33: Córdoba CF - Alicante (Previo) from baenadeporte on Vimeo.